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domingo, 13 julio, 2025

Con Villarruel en crisis, la oposición se agazapa en el receso y prepara otra ofensiva

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Tal como pasó esta semana en Diputados, la última sesión del Senado cerró el primer semestre del año. En el caso de la Cámara Alta, la inflexión fue más relevante porque la oposición consiguió arrebatarle el control de la agenda legislativa al oficialismo, al punto de aumentar la crisis interna entre la Casa Rosada y la vicepresidenta Victoria Villarruel. (Ver página 4). Las cinco derrotas que afrontó el Gobierno el jueves resultaron un reposicionamiento del arco opositor en ese recinto, pero especialmente por el rol que jugó la alianza táctica de todos los gobernadores, aumentada por la serie de errores que cometieron los funcionarios de Balcarce 50 para evitar una tormenta perfecta. Tan duro ha sido el impacto, que el viernes no llegó a todos los despachos la agenda parlamentaria para la semana próxima, como suele suceder cada siete días. Hay un receso pautado para las próximas dos semanas, con un probable regreso de vacaciones para el 21 de julio. En el medio es posible que se reúnan algunas comisiones, pero dentro de un escenario donde libertarios ni macristas pueden marcar el pulso. Es la chance menos preocupante que barajan en el oficialismo libertario. La que más aterra a sus integrantes es que no haya freno, ni durante la pausa invernal, a una nueva ofensiva opositora, impulsada por el interbloque panperonista que preside José Mayans, el mismo que la semana pasada pudo doblegar a Villarruel y advertirle que era representante del Poder Ejecutivo en el Senado y que debía poner a consideración de los senadores cualquier interpretación del reglamento. Fue una pulseada que le costará caro a la vicepresidenta, porque no pudo impedir que fueran tratados los proyectos que el Gobierno esperaba impedir, con un agravante: la oposición decidió echar mano a las sesiones ordinarias, que fueron previstas en la última sesión preparatoria, para realizarse todos los martes y jueves a partir de las 14. Según el reglamento los senadores pueden “hacer Cámara”, es decir, juntar a los presentes, y sesionar. Fue lo que hicieron el jueves y lo que posiblemente sigan haciendo de ahora en adelante. Mayans no sólo advirtió que el revés de esta semana fue un duro mensaje al Presidente, sino que seguirán avanzando con sesiones ordinarias en la medida que Villarruel y su secretario parlamentario Agustín Giustinián, sigan haciendo la vista gorda a los reclamos opositores para que funcione el Senado. En rigor, es la vice atajando los reclamos de un Gobierno que ahora la trata de traidora, al punto de considerarla funcional al kirchnerismo.

En el interbloque panperonista admiten que hubo un antes y un después del jueves pasado. Ahora hay una mayoría compacta de 34 voluntades del PJ, junto a respaldos variables del radical Martín Lousteau, la larretista Guadalupe Tagliaferri y representantes provinciales que continuarán marcándole los tiempos al Gobierno. El listado de reclamos es largo. Va desde “la apropiación de los recursos coparticipables, la retención indebida de los fondos que le corresponden a las provincias, la destrucción total del sistema nacional de rutas como el ejemplo más extremo, de cómo el federalismo se diluye en decisiones políticas tomadas centralizadas”, detallaron dentro del espacio ante las consultas de PERFIL. “Se alinearon los planetas de los intereses de los gobernadores, senadores y gran parte de la sociedad que estaba involucrada en estos temas”. Aseguró una legisladora. En el radicalismo hay lecturas similares que no salen de la sorpresa. “El Gobierno no tiene rumbo ni estrategia en el Congreso y no pudieron contener ni a los más libertarios, como (Luis) Juez”, confió un importante representante del bloque de la UCR, en referencia al senador cordobés del PRO que respaldó la emergencia en discapacidad. Detrás de la pausa se cocina otra derrota para Milei, cada vez más enfrentado con Villarruel.

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