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martes, 22 abril, 2025

Ecuador. Por qué ganó Noboa?

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Artículo extraído del sitio web de la Liga Internacional Socialista.

Reproducimos a continuación el editorial de la publicación del Movimiento Revolucionario de las y los Trabajadores de Ecuador (MRT), sobre las recientes elecciones y el triunfo de Daniel Noboa. Desde la LIS compartimos en líneas generales el balance que realizan los compañeros, por lo que creemos importante su difusión y profundizar así el debate necesario que permita avanzar en el reagrupamiento de los revolucionarios de cara a la nueva etapa que se abre en el Ecuador.

El descenso amargo del pueblo ecuatoriano

La imagen del Infierno del Jardín de las delicias de El Bosco ilustra bien el descenso amargo del pueblo ecuatoriano al fin de la noche, a su parte más oscura. El triunfo del gobierno de derecha de Noboa cierra el círculo de las crisis que vivimos: inseguridad, desempleo, violencias de todo tipo, sometimiento al imperialismo y deterioro acelerado de la democracia

La derrota aplastante que sufre la Revolución Ciudadana a manos de la Alianza Democrática Nacional, que le gana con el 11%, tiene varias explicaciones: Noboa utiliza el aparato de la Presidencia para hacer campaña a lo largo y ancho del país, entregando recursos y prometiendo obras, además de un enorme derroche de recursos. Fue capaz de hablarle directamente a la gente y presentarse como un presidente que hace obras y que se preocupa de los problemas del país. Dejó para las redes y los trolls la campaña sucia en contra de la otra candidatura. ADN realizó una campaña unificada, que no tuvo fisuras, lo que le permitió seguir una sola estrategia. Noboa puso en primer plano las respuestas la principal preocupación de los ecuatorianos, que es la inseguridad.

Anunció el retorno de las bases militares norteamericanas, el incremento de la seguridad marítima y la contratación de una empresa de mercenarios. Una política completamente militarista, que empata con la desesperación de la gente que está sometida a la violencia de la delincuencia. De esta manera, logró penetrar en las zonas más conflictivas y arrancarle votos a la RC.

El gobierno se presentó como aliado de Trump, utilizando una reunión informal con el presidente norteamericano, pretendiendo que el 10% de los aranceles son una concesión, disminuyendo los aranceles para los autos americanos, con la boca cerrada ante la situación de la deportación de los migrantes. Noboa encontró que esconder la cabeza bajo la tierra en los problemas complicados le daba resultado, como es el caso del derrame petrolero de Esmeraldas; sus ministros salieron inmediatamente a declarar que era un sabotaje. Noboa logró presentar y convencer a una parte importante del electorado de que el regreso de la RC sería una catástrofe que el Ecuador no se podía permitir; así, según ADN, iríamos en camino de convertirnos en otra Venezuela, saldríamos de la dolarización, nos aislaríamos de las tendencias internacionales en donde predomina la derecha. En cuanto a la Revolución Ciudadana, rara vez se ha visto un partido político que hace todo lo posible para perder, con una increíble voluntad de ser derrotado. Los errores se acumularon y se dejaron llevar por un triunfalismo fácil. Declaraciones contradictorias, dirigentes autónomos con su propia agenda política, campaña centrada en los insultos en vez de las propuestas, dirigida a confrontarse con Noboa en lugar de hablarles a los ecuatorianos de sus preocupaciones centrales, que son inseguridad y economía. La estrategia de captar votos de la derecha resultó un fracaso. Se pensó que dando un giro hacia la derecha se iba a atraer a estos votantes y que con eso se iba a ganar. Se declaró que el movimiento indígena era parte del problema y no de la solución.

Los ataques a los dirigentes indígenas se multiplicaron y el mismo Correa no dejó de confrontarse de manera permanente. Luisa González sacó a relucir su afiliación evangélica y su política de negación de los derechos sociales y reproductivos, pensando que esta sería un arma electoral, además de ser efectivamente su posición ideológica. Una de las equivocaciones más fuertes fue el tema de la dolarización. Asambleístas, excandidatos, sectores de la Revolución Ciudadana, propusieron el Ecuadólar, como moneda digital y paralela que, a pesar de todas las declaraciones, la población lo vio como un camino para salir de la dolarización, mediante un truco monetario. Por más que la candidata intentó desmentir estas aseveraciones, el daño electoral estaba hecho. La campaña de la Revolución Ciudadana entró de lleno a formar parte de las agresiones de todo tipo en redes, dejándose atrapar por la dinámica impuesta por Noboa; pero, no tuvo la capacidad de dirigirse a la gente con propuestas efectivas sobre seguridad y economía. El largo ir y venir de las negociaciones con la CONAIE resultó contradictorio y provocó un deterioro que afecta tanto al movimiento indígena como a la RC. Finalmente, se firmó el acuerdo que, como hemos visto, no aportó de manera significativa votos para el progresismo. Pachakutik logró en la primer vuelta el 5.27% escapando a la polarización política de las dos tendencias, ADN y RC. Este fue un momento de resistencia importante del campo popular, porque en ese porcentaje también están incluidos importantes sectores populares, radicalizados a partir de las luchas por el agua y por los levantamientos y paros nacionales.

Sin embargo, Pachakutik estalló políticamente. Cada dirigente, comunidad, organización, tomó su propia posición y la unidad no pudo mantenerse. En medio de la enorme dispersión de posiciones, finalmente se polarizó entre dos tendencias: a favor de ADN o con el acuerdo con la RC. Mientras las negociaciones entre la dirigencia de Pachakutik y la RC fueron largas, confusas y poco productivas, los dirigentes indígenas que giraron hacia la derecha, en muchos casos solamente por oponerse a la RC y en otros porque es realmente su ideología, hicieron un feroz y agresiva campaña que, como se ve en los resultados electorales, tuvo un impacto significativo a favor de Noboa. Mientras tanto, la política de frente único, de unidad de los sectores populares, de los trabajadores, indígenas y demás sectores sociales, brilló por su ausencia. La dirigencia indígena privilegió el acercamiento con al Revolución Ciudadana, abandonando cualquier posibilidad de consolidar una alternativa popular ante la avalancha de la derecha que ahora vivimos. Se dejó de lado la independencia de clase y la mayoría del movimiento indígena o se unió a ADN o se fue con la RC. Un triste final para las grandes jornadas de lucha y para ese posicionamiento electoral por fuera de la polarización. Claramente estas elecciones representan una derrota significativa del campo popular, un retroceso significativo que tendrá consecuencias dolorosas para el pueblo ecuatoriano, donde la agresión contra los derechos de los trabajadores estará al orden del día.

El camino de la unidad a través del frente único de todos los sectores populares es la tarea inmediata y la preparación para luchar en contra de un gobierno que se volverá cada vez más autoritario e intentará por todos los medios, el control total de los poderes del Estado, la destrucción o cooptación de las organizaciones sociales y la represión de las movilizaciones.

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