Hace unos días, Tini Stoessel volvió a la actuación con Quebranto, la serie de Disney+ en la que se mostró por primera vez en un rol dramático, con escenas cargadas de violencia, sensualidad y emociones. Pero el desafío de pasar de estrella juvenil a actriz madura no lo atravesó sola, sino que lo hizo acompañada de sus dos coprotagonistas, con los que su personaje, Miranda Sanguinetti, forma un triángulo amoroso en la historia.
Por un lado está Jorge López, el actor chileno que en la serie interpreta a Javier Lara, que arrancó, tal como Tini, bajo el ala de Disney, en la serie Soy Luna. Luego, con el objetivo de empezar a madurar como actor, participó en Élite, la exitosa ficción de Netlfix que, si bien no es tan cruda como este nuevo proyecto, lo ayudó a empezar a adentrarse en el drama y las ficciones con tono adulto.
Por el otro está Martín Barba, el mexicano que en Quebranto es Leo Gutiérrez, un exintegrante de las fuerzas especiales que se desempeña como custodio. A diferencia de sus compañeros, arrancó en Nickelodeon, y saltó a la fama en Latinoamérica en 2015 gracias a Yo soy Franky, protagonizada por María Gabriela de Faría, la venezolana que la rompe en Hollywood como la villana de la nueva de Superman.
Luego, siguió en la misma línea para la telenovela juvenil Club 57, protagonizada por Evaluna Montaner, hija de Ricardo. Recién en 2022, logró trabajar para Netflix en Guerra de vecinos y Pacto de silencio, pero, en ambas producciones, obtuvo roles secundarios. Por ello, para Barba, Quebranto es su primer gran papel adulto.
En una charla exclusiva con Clarín, tanto Barba como López contaron cómo viven esta transición actoral junto a Tini, y cuáles fueron los desafíos más grandes que tuvieron que sortear como trío de protagonistas.
Mostrarse como adultos ante el público que los vio crecer
Martín Barba, es muy consciente de que Quebranto es el primer gran proyecto en el que sus fans de la época de Nickelodeon lo verán alejado de la TV infantil, por lo que asume que será un shock para más de uno, después de tanto tiempo. «Van a descubrir madurez, que ya somos señores. Y que se nos dio la oportunidad de hacer personajes que no habíamos hecho», comentó.
Y agregó: «Para mí es muy importante porque es un proyecto que muestra que ya crecí, que soy adulto. Creo que a los actores que empezamos en cosas infantiles y juveniles, nos cuesta dar este paso, y llegó con esta gran serie, esta plataforma y este gran equipo».
Y aunque Jorge López ya fue estrella de Élite, también cree que el rol de Javier Lara marcará un antes y un después en su desarrollo actoral:
«Creo que este es otro lugar en el que me sitúo como actor, en términos de los desafíos que tuve que sortear. El tono es súper diferente. Si bien había tenido oportunidad de trabajar en este género, ahora es como una fusión de distintos géneros al mismo tiempo. Fue una serie muy particular, con mucha identidad, muy sofisticada y con mucha sutileza. Ese fue principalmente el reto de mi yo actor. Trabajar esos detalles más finos».
Luego, López sumó que el hecho de que él y Barba estén en sus treinta al igual que sus personajes le añade una complejidad especial a los roles, a diferencia de lo que veían haciendo, ya que siempre actuaron como estudiantes de secundaria.
«Cada personaje tiene su mundo propio, su profundidad y su conflicto. Los problemas y las complicaciones que tiene la gente que está o está llegando a los 30, como es nuestro caso, es otro mundo, otra esfera y otro peso también. Y eso da gusto», explicó.
Y aclaró: «Esto no quiere decir que todo lo otro no sea importante, todo lo contrario, me constituye como actor. Cada etapa, cada proyecto, cada país en el que tuve el honor de trabajar me enseñó muchísimo de cada cultura que me tocó vivenciar. Pero en Quebranto, todos los personajes tienen traumas, están rotos, tienen problemáticas mentales no resueltas. Eso es muy lindo ponerlo en la mesa para que cada uno saque sus propias conclusiones. No estamos acá para educar ni enseñar pero si para transformar. Para dejar nuestro granito de arena».