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miércoles, 16 julio, 2025

Aseguran que, el salto del monotributo al régimen general es un infierno fiscal

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En diálogo con Canal E, Sebastián Domínguez, tributarista, explicó los efectos de la actualización semestral del monotributo y analizó los desafíos del sistema para los contribuyentes de mayores ingresos.

Nuevas escalas y cuotas: cómo impacta la suba del 15,1%

Las escalas del monotributo ahora se ajustan en forma semestral por el IPC del semestre anterior”, detalló Domínguez, en referencia a la reforma tributaria implementada el año pasado. Según precisó, el ajuste para julio es del 15,10%, lo que implica que “la categoría A pasa de un tope de $7.800.000 a casi $9 millones”.

Además, explicó que este incremento afecta tanto a la facturación como a los parámetros de precios y cuotas: “La cuota para la categoría A sube de $32.200 a alrededor de $37.000”. En ese marco, la recategorización estará habilitada hasta el 5 de agosto para quienes deban modificar su situación fiscal.

Sobre la categoría C, una de las más numerosas, Domínguez comentó que “el nuevo tope de facturación será de $18.473.000”, mientras que la cuota mensual ascenderá a $49.435 para prestadores de servicios.

Respecto al mantenimiento del sistema, aclaró que “se sigue pagando mensualmente, con cobertura de obra social y previsional”, y que los vencimientos continúan fijados para el día 20 de cada mes.

¿Fin del monotributo? El riesgo de un sistema regresivo

Consultado sobre los rumores de eliminación del monotributo en futuras reformas, Domínguez fue tajante: “La idea inicial era que el monotributo fuera una transición al régimen general, pero se convirtió en un régimen permanente”. Según su visión, muchos contribuyentes permanecen allí debido a los altos costos del sistema general.

El monotributo es hoy un paraíso fiscal y el régimen general es un infierno fiscal”, disparó, al explicar que quienes superan el tope de $94.800.000 anuales se enfrentan a una carga impositiva significativamente mayor. Actualmente, un monotributista en la categoría máxima paga un 15% sobre su facturación, incluyendo obra social, previsión e impuestos.

En contraste, pasar al régimen general implica “pagar autónomos, contratar prepaga, sumar IVA y tributar Ganancias”, lo que puede superar ampliamente ese 15%. “El que estaba por pasarse dejaba de facturar o le hacía facturar a familiares”, reconoció, al describir maniobras que suelen usarse para evitar el salto.

Para Domínguez, una reforma adecuada debería contemplar un sistema de transición: “El salto no puede ser tan costoso. Debería reformarse el régimen general para que sea más accesible”.

Finalmente, aclaró que quienes facturan cerca del límite serán observados con mayor rigurosidad: “Si estás cerca del tope de $95 millones, seguramente haya controles para verificar si realmente estás declarando todo”.

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