18.5 C
Buenos Aires
martes, 15 julio, 2025

Milei: sin control sobre el Congreso

Noticias Relacionadas

En la última semana la motosierra de Javier Milei chocó de lleno contra el Congreso. Fueron golpes duros. En apenas cinco días sufrió una seguidilla de derrotas parlamentarias que expusieron no sólo su aislamiento legislativo, sino también el desgaste de su relato. Según este audio generado con IA, el tema se resume en 2 minutos. Acá nos tomamos un poquito más porque, Con o Sin Quórum, queremos ver en detalle qué cocina el parlamento.

Arranquemos por lo primero. La sesión del jueves pasado en el Senado aprobó la Emergencia en Discapacidad, el aumento en los haberes jubilatorios y la moratoria previsional. Impulsadas por los gobernadores, también aprobó las leyes de coparticipación del impuesto a los combustibles y de distribución automática de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN). En Diputados, la ofensiva opositora permitió dictaminar también sobre la Emergencia para el Hospital Garrahan y el Financiamiento Educativo, que ya están en condiciones de llegar al recinto. Además, en este contexto finalizaron las facultades delegadas y avanzó el conflicto con gobernadores y con sectores movilizados, que dejaron a la administración libertaria más vulnerable que nunca.

Si querés recibir este newsletter en tu correo, SUSCRIBITE ACÁ

Las conquistas legislativas estuvieron lejos de ser sólo el resultado de maniobras parlamentarias entre los partidos del régimen, que especulan en función de intereses del todo alejados de los padecimientos de las grandes mayorías. No se trató de un cambio de opinión de los caudillos provinciales sino de conquistas políticas que maduraron en la calle, en las movilizaciones de los jubilados, de los hospitales, de las universidades, en los lugares de trabajo, en las fábricas, en los barrios, en las familias que viven en carne propia las consecuencias del ajuste del gobierno nacional. Y ahí, el Frente de Izquierda tuvo un papel decisivo, promoviendo la organización desde abajo, denunciando desde sus bancas, redoblando la apuesta en las calles, colaborando en organizar audiencias públicas, peleando sus dictámenes alternativos elaborados junto a cada sector, aportando a fondos de lucha para que nadie que quiera pelear deje de hacerlo por hambre, yendo a cada movilización para decir que nadie se salva solo y que es posible derrotar la ofensiva de Milei, de los empresarios y de los organismos financieros si se hace pesar la enorme fuerza social que hay detrás de estos reclamos.

En este número, desglosamos algunos de los puntos de esta crisis política con foco en el rol de las bancas del PTS en el Frente de Izquierda Unidad y de los sectores que no se subordinan ni a la gobernabilidad neoliberal ni a las salidas negociadas con ajuste. Porque si hay una primera conclusión posible para este número de Con o Sin Quórum, es que la única oposición real es la que se construye hoy mismo con lucha, desde abajo, confiando en la propia fuerza organizada para enfrentar los planes de este gobierno.

💊PASTILLAS PARLAMENTARIAS💊

🚨Emergencias con nombre propio

El Senado se vio obligado a poner en discusión las consecuencias concretas del ajuste, producto de la persistencia en su lucha de los colectivos de jubilados y de la discapacidad. Aunque el Gobierno promete vetarlas, las leyes fueron aprobadas con mayorías que en muchos casos superan los dos tercios. En Diputados, luego de la sesión que forzó a la comisión de Presupuesto y Hacienda, que preside el oficialista José Luis Espert, y de Educación, que preside Finochiaro (PRO), la ofensiva opositora avanzó en dictaminar también sobre cuestiones que ya están en condiciones de llegar al recinto, buscando la media sanción.

Repasemos:

1. 🚨 Emergencia en Discapacidad: aprobada por el Senado con 55 votos afirmativos, superando holgadamente los dos tercios de los votos que blindan a una ley ante el veto, esta norma contempla indexación automática de prestaciones; actualización de aranceles para centros y servicios; refuerzo en pensiones no contributivas; compensaciones económicas por licuación inflacionaria. En la Cámara baja, en su momento se aprobó con 148 votos positivos, 71 negativos y 3 abstenciones, una amplia mayoría aunque sin conseguir los dos tercios de los votos. ¿Podría cambiar eso hoy?

2. 👴🏼 Aumento de jubilaciones mínimas y bono: sancionada en el Senado con 52 votos afirmativos, 0 en contra y 4 abstenciones, la ley establece un aumento del 7,2 % en las jubilaciones mínimas y eleva el bono previsional de $70.000 a $110.000. Fue acompañada por sectores radicales, peronistas y bloques provinciales. Superó los dos tercios, lo que complica su posible veto. En su momento, la Cámara baja lo aprobó con 142 votos afirmativos, 67 votos negativos, 19 abstenciones y 29 ausentes.

La heroica lucha de los jubilados conquistó que el Senado vote la recomposición de los haberes y la moratoria previsional. Deciles que no sirve luchar. Un gran abrazo para mis amigos jubilados de los miércoles y a Pablo Grillo.
Dedicado a la represora criminal @PatoBullrich

— Nicolas del Caño (@NicolasdelCano) July 10, 2025

3. 👵🏽 Moratoria previsional: aprobada con 39 votos, la ley prorroga el régimen que permite jubilarse comprando años de aportes y brinda acceso a sectores sin aportes completos. No alcanzó los dos tercios, lo que facilita su eventual veto por parte del Gobierno. Cuando obtuvo la media sanción en Diputados también logró aprobarse por escaso margen: 111 votos afirmativos, 100 negativos y 15 abstenciones. En caso de veto, tendrá menos posibilidades de sostenerse.

4. ♒ Rechazo del veto al fondo para Bahía Blanca: el Senado rechazó por unanimidad (51 votos, 0 abstenciones y 0 votos negativos) el veto presidencial al fondo de $200.000 millones para la reconstrucción de la ciudad tras el temporal de diciembre. El oficialismo no defendió su postura.

5. 🏥 Emergencia en el Hospital Garrahan (Dictamen en Diputados): el proyecto fue dictaminado en Diputados tras semanas de paros y movilizaciones. Con tres dictámenes que proponen declarar la emergencia pediátrica y presupuestaria y uno -del oficialismo- que propone rechazarla, el tema está en condiciones de llegar al recinto. Desde el Frente de Izquierda se presentó un dictamen que, a diferencia del presentado por UP y otros sectores de la oposición, propone números concretos para el aumento presupuestario y salarial, para que eso no quede a discreción del Poder Ejecutivo. En el caso del presupuesto para el funcionamiento del Garrahan, la izquierda propone que como mínimo sea del 50%. Para los salarios, establecen que arranquen de base por $1,8 millones, un aumento del 100% para todo el personal y que se actualicen mensualmente por inflación. También incluyen derogar la norma de Lugones contra los residentes.

6. 🏫 Financiamiento universitario (Dictamen en Diputados): La Libertad Avanza fue el único bloque que rechazó cualquier actualización del presupuesto universitario y los salarios docentes y no docentes. Ni siquiera los acompañó el PRO. Hubo cuatro dictámenes. El Frente de Izquierda presentó uno propio, que plantea recomposición salarial con cláusula por IPC, retroactiva desde diciembre de 2023; fondos especiales para docentes ad honorem y para las obras sociales universitarias; y refuerzo de partidas para el CONICET, con ajuste mensual por inflación. Castillo, también docente universitario, insistió en la necesidad de una nueva Marcha Nacional Universitaria “como las que obligaron al gobierno a retroceder parcialmente en su intento de liquidar la universidad pública”. Alejandro Vilca advirtió: “Que Milei no subestime la fuerza que tenemos para defender la universidad”.

Te puede interesar: Informe del Congreso: el gasto en jubilaciones y discapacidad que Milei quiere vetar es ínfimo

Estas leyes no surgieron de la sensibilidad de los mismos senadores y diputados que durante todo este tiempo se llamaron al silencio. Fueron arrancadas por la presión desde abajo. El oficialismo, sin fuerza para frenarlas, optó por ausentarse, llamarse al silencio o votar en minoría. Su apuesta ahora es el veto.

Siendo así, la Cámara baja volverá a tomar el centro de la escena en las próximas semanas, ya que deberá tratar los proyectos con dictamen, los proyectos con media sanción provenientes del Senado y, también, los anunciados vetos presidenciales. Antes, sin embargo, el receso invernal le ofrecerá al golpeado gobierno libertario un pequeño respiro. En principio en los pasillos se habla de un posible pedido de sesión para la semana del 30 de julio, aunque hay quienes insisten en que eso no sucederá hasta entrado el mes de agosto.

Más allá de esto, si Diputados ratifica las leyes vetadas, logrando los dos tercios, el blindaje de Milei para mantener las anulaciones de las leyes se habrá roto. El receso le da al gobierno tiempo para buscar desactivar este escenario.

Frente a eso, el peronismo -la oposición mayoritaria en el parlamento, y con el poder real que conserva en los sindicatos- sigue sin convocar, mediante la CGT que dirige, a un paro nacional y ni siquiera ha convocado a tratar los proyectos que están en condiciones de ser aprobados en Diputados. Espera que la crisis decante por sí misma, como lo hace de cara a las urnas de 2027.

Pero la calle empieza a cuestionar esa estrategia con hechos. Las luchas en curso confluirán el 17 de julio en la movilización convocada por el Hospital Garrahan que resiste al vaciamiento del gobierno nacional. El PTS en el Frente de Izquierda las acompaña y reclama un paro nacional y un plan de lucha para imponer cada una de estas demandas. Porque si el veto viene desde arriba, la respuesta tiene que ser masiva y organizada desde abajo.

En la Cámara de Diputados hay temas para convocar urgente a sesión: financiamiento de Garrahan y universidades; anulación de varios decretos delegados (como los de disolución de institutos culturales, el que desguaza la Marina Mercante y ataca derecho de huelga o el del banco de…

— Christian Castillo (@chipicastillo) July 9, 2025

💢Conflicto con los gobernadores: cruje el eje del ajuste territorial

El temblor que se sintió en la Casa Rosada la semana pasada no vino sólo del Congreso. También se sintió desde las provincias, con los envalentonados gobernadores. Lo que está en crisis no es un proyecto de ley, ni un articulado aislado: muchos cuestionan la gobernabilidad por decreto y el disciplinamiento fiscal.

“Es un gobierno que agrede a las provincias, las desfinancia, las amenaza con vetos y las deja sin herramientas. Hasta sus aliados se cansaron”, explicó Christian Castillo en su paso por Comunistas, el programa que conduce Juan di Natale por Bravo TV.

Es que la “rebelión provincial” no nace de una convicción progresista, sino de una crisis en el régimen de co-gobierno entre Nación y las provincias. La motosierra también corta los márgenes de maniobra de los ejecutivos locales, que enfrentan reclamos salariales, despidos, paros y crisis en la obra pública y los servicios esenciales.

A eso se suma el cierre de listas en pleno año electoral, lo que convierte cada movimiento legislativo de los partidos del régimen en una jugada a pura especulación: los gobernadores buscan fondos, sí, pero también poder territorial, reconstruir alianzas y evitar pagar el costo político del desguace que realiza el gobierno Nacional sobre sectores fundamentales. Los senadores y diputados de los partidos mayoritarios no cambiaron repentinamente de ideas. Se les vino encima el calendario electoral. Y la calle, con la legitimidad de sus luchas, logró que esas tensiones estallen en el recinto.

La evidencia fue clara. Luego de aprobar las leyes jubilatorias y la Emergencia en Discapacidad, el jueves pasado el Senado votó por 56 a 1 a favor de coparticipar el impuesto al combustible y de garantizar la distribución automática de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN). Ambas iniciativas, clave para los gobernadores, implican un freno al poder fiscal discrecional del Ejecutivo. Ese día, ni el oficialismo se animó a defender el ajuste: a la defensiva, votó dividido o simplemente evitó intervenir.

El fracaso del “Pacto de Mayo”, sin acto ni foto el 9 de Julio, condensó el momento en el que estamos. Lo que prometía ser una escena de relanzamiento nacional fue un papelón sin quórum político. “Hay una crisis del régimen, no solo del gobierno. Y eso habilita a que crezca una alternativa anticapitalista con programa propio”, reflexionó en ese marco Alejandro Vilca, en su paso por Diputados TV.

La izquierda no festeja ingenuamente este colapso. Señala que los mismos sectores que se despegan hoy, ayer votaron la Ley Bases, el DNU 70/2023 y todas las facultades que permitieron el desguace. El apoyo provino de todos los sectores: desde los que se pusieron la peluca, hasta los que llegaron al Congreso en nombre de la oposición y luego panquequearon. La foto que vemos hoy, con estos mismos actores, es la foto de quienes simplemente buscan que esta crisis no los arrastre. La “rebelión” no es programática sino pragmática, y puede revertirse si el gobierno responde con la billetera y gestos electorales.

Al decir de Diego Genoud, se trata de una “tibia confrontación” en defensa propia, como se vio en la previa de la sesión en el Senado, cuando los caudillos provinciales de todos los partidos presionaron hasta último momento para evitar el aumento de 62 mil pesos para los jubilados, que se convirtió en ley, lo que se expresó en numerosas ausencias.

Más allá de esto, se empieza a desarmar la arquitectura del ajuste consensuado. ¿Serán las provincias la grieta por donde se filtren nuevas correlaciones de fuerza, sobre todo cuando la calle también entra en escena?

⭕Vetos en jaque: Milei ya no tiene garantizado el “bloque del no”

Una vez aprobada una norma, el gobierno tiene diez días hábiles para vetarla. Sin embargo, ese plazo corre desde que el Congreso la comunica formalmente al Poder Ejecutivo, y en el caso de las tres leyes recientemente aprobadas (las dos jubilatorias y la Emergencia en discapacidad), eso aún no sucedió. Si los proyectos se giran este miércoles, el Presidente podría demorar su decisión hasta el 30 de julio y darse tiempo para retomar diálogos con los gobernadores y bloques que hasta ahora les garantizaban ausencias, votos o abstenciones, según la conveniencia.

Si el gobierno decide vetar, estará validando las dos sesiones (la de Diputados y la del Senado) por las que pasaron las iniciativas.

Aunque oficialmente no se declaró el receso, no se espera actividad hasta el 6 de agosto, cuando está previsto que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, de informes de gestión. Aunque la oposición podría convocar a sesión especial, a excepción del Frente de Izquierda, ninguna fuerza anticipó intenciones de ese tipo.

En 2024, Javier Milei vetó con éxito las pocas leyes que no logró frenar en el Congreso. Con apenas un tercio de diputados -87 votos-, logró blindarse del financiamiento universitario, el aumento para jubilaciones mínimas y cualquier iniciativa que pusiera en cuestión su programa de ajuste. Una eficacia inédita y con una representación parlamentaria de apenas 6 senadores y unos 40 diputados. Con apoyo del PRO, el MID, sectores del radicalismo y algunos diputados peronistas provenientes de UxP, blindó decretos, frenó sesiones opositoras y legisló a fuerza de DNU.

Pero esa arquitectura parece resquebrajarse en julio de 2025. Ahora, tras estas derrotas, Milei reitera su advertencia: “Vamos a vetar. Y si se cae el veto, lo judicializaremos”. Pero esta vez, el veto no es garantía de nada. Para sostenerlo, el Ejecutivo necesita esos 87 votos afirmativos en Diputados, y no solo no los tiene asegurados: varios de quienes antes lo respaldaban ya votaron a favor de las leyes que quiere bloquear.

Desde el PTS/Frente de Izquierda, Christian Castillo dijo: “En 2024, por solo 4 votos el veto al financiamiento de las universidades se sostuvo. Hoy el gobierno está mucho peor en popularidad y voluntad de enfrentarlo. Hay una posibilidad real de derrotar los vetos. Pero siempre esto dependerá de la capacidad de movilización en las calles. No hay que confiar en diputados y senadores que han venido bancando a Milei”.

Además, los temas que Milei busca vetar con su lapicera (jubilaciones, discapacidad, financiamiento universitario, salud pediátrica) son leyes con enorme legitimidad, nacidas de la calle y sostenidas por sectores muy diversos. ¿Qué pasaría si toda esa fuerza que bancó las movilizaciones de jubilados, que simpatiza con la lucha del Garrahan y las universidades nacionales se expresa unida en la calle ante los preanunciados vetos presidenciales?

El veto no es poder automático. Para sostenerlo, Milei necesita disciplina parlamentaria y silencio social. Y no tiene ninguno. Frente a eso, la izquierda no llama a esperar al 2027 ni a especular con la erosión institucional, sino a responder ahora, arrancando con una gran movilización en la calle la sanción definitiva de estas leyes, cómo punto de partida para tirar abajo el plan del gobierno de Milei y todos sus aliados. Lo hace convocando a coordinar las luchas dispersas y señalando con claridad una ausencia clave: el peronismo, que dirige la mayoría de los sindicatos con los que cuenta el movimiento obrero organizado pero se niega a convocar un paro nacional, aun cuando todas las condiciones están dadas.

“Cada amenaza de veto tiene que encontrar respuesta. Hay que defender lo votado en las calles, con un plan de lucha nacional”, dijo Castillo. El 17 de julio, con la confluencia de sectores en lucha convocados por el Garrahan, puede marcar ese límite. El veto es una pulseada. Y esta vez, el Gobierno deberá enfrentar a sectores que empiezan a organizarse para no retroceder.

🔴BONUS TRACK🔴

CONGRESO

📣 Audiencia pública contra los despidos

Impulsada por trabajadores despedidos de Secco y Georgalos, la actividad convocó a comisiones internas, sindicatos, organismos de derechos humanos y diputados de diferentes bloques. Participaron referentes del Frente de Izquierda, representantes de Unión por la Patria y del Partido Socialista en Encuentro Federal, entre otros.

Los testimonios fueron claros: despidos ilegales, vaciamiento, violación de conciliaciones obligatorias y persecución sindical. Fue más que una denuncia: fue un llamado a unificar las luchas para torcer el brazo a las patronales y a los gobiernos que les dan vía libre, como sucede en Provincia de Buenos Aires con la cartera laboral de Kicillof, que hace oídos sordos mientras se abraza con la cúpula de la CGT.

Desde la audiencia, se convocó explícitamente a participar de la jornada del 17 de julio. Y se reclamó algo que sigue sin aparecer en la agenda de la oposición tradicional: un paro nacional activo, con plan de lucha, que imponga una salida desde abajo.

Últimas Publicaciones