Lizy Tagliani rompió el silencio y volvió a hablar del feroz enfrentamiento judicial que mantiene con Viviana Canosa, a raíz de una denuncia pública que la periodista realizó contra varias figuras del espectáculo. En diálogo con Desayuno Americano, Lizy se mostró firme en su decisión de llevar el caso hasta las últimas consecuencias.
Es así que la humorista salió a exigir una retractación pública por parte de Canosa, con quien tuvo un cara a cara muy fuerte y asegurando que el daño recibido fue “casi irreparable”. Explicó también que está en curso una querella contra Canosa y Lucas Bertero, y dejó en claro que su objetivo no es vengarse, sino restaurar su dignidad.
“Seguimos con el proceso judicial. Está instalada la declaración de Viviana, que está en secreto de sumario. Y, por otro lado, la querella que hago yo a ella y a Lucas Bertero, tratando de conseguir las disculpas y la retractación que me merezco”, afirmó contundente.
Lizy hizo hincapié en que no se trata solo de una necesidad personal, sino de una exigencia legal: “Estoy segura de que nada de todo lo que dijeron es verdad y para mí lo más importante es retractarse y pedir perdón. Es lo único que me importa».
Y siguió muy aguerrida: «Esto tiene que terminar y la única forma que veo posible es con la retractación. No lo quiero yo, lo dice el código, es una necesidad personal, pero también lo dice la ley”. En ese mismo tono, la conductora aclaró que no celebra la reciente cancelación del programa de Viviana Canosa en El Trece.
Al respecto, explicó: “Prefiero dejarlo para lo privado, pero no me gusta que la gente se quede sin trabajo. No forma parte de una disculpa o de una sanación sobre lo que me pasó a mí. Que la gente se quede sin trabajo, eso va por otro carril y no me gusta”.
La posibilidad de una reconciliación quedó totalmente descartada por Lizy, quien fue tajante al hablar sobre su vínculo con Canosa: “Un café no sé, me parece que hay vínculos que se rompen y no hay disculpas que valgan en lo personal, pero públicamente sí. Las necesito y las quiero porque me parece que es una obligación ética y moral».
«Tienen que saber que me afectó, que el daño es casi irreparable y que retractarse es una gran forma de hacerme un bien y hacerse bien a uno mismo” explicó Lizy en plena exposición mediática y judicial, donde mantiene su postura: quiere justicia, pero sobre todo, quiere un gesto de reparación.
Por ahora, el proceso judicial sigue su curso y la expectativa está puesta en cómo responderá Viviana Canosa ante este contundente reclamo público. Mientras tanto, Lizy marca un precedente en el mundo del espectáculo, donde los límites entre la opinión y el daño real comienzan a ser cada vez más visibles.