En lo que ya es un clásico de sus intervenciones públicas, el presidente Javier Milei exagera, distorsiona o directamente inventa datos. En su última entrevista televisiva, el mandatario indicó que «estamos mucho mejor que en años anteriores. Bajamos la pobreza en 22 puntos y sacamos a 10 millones de personas de esa situación«.
Más allá de la evidente desconexión con la gente de a pie que implica sostener que prácticamente se redujo a la mitad la pobreza, hay varios datos que dan por tierra con los propios números de la medición de pobreza que ofrece Milei.
Pero además, hay otro conjunto de indicadores que normalmente acompañan la evolución de las condiciones sociales que en este caso no tienen ninguna relación con lo que dice el presidente, como puede ser la fortaleza del mercado laboral, las compras de consumo masivo, como en supermercados y mayoristas, y de productos puntuales como carne vacuna o yerba, entre otros.
De modo que, más allá del alivio que para la población en general implica la desaceleración inflacionaria y las alzas de poder adquisitivo que se verifican en determinados sectores, hay amplias franjas sociales que enfrentan mayor desempleo, precarización laboral e ingresos nominales que todavía no recuperan.
La serie
El tema de las 10 millones de personas que el gobierno libertario dice haber sacado de la pobreza se remonta a la publicación de los últimos datos de pobreza por parte del Indec, que ubican a la pobreza en el 38,1% de las personas en el segundo semestre de 2024. Esto implica una caída respecto del 41,7% del último semestre de 2023, en el cual aquel diciembre, el de la maxidevaluación, ya corresponde al gobierno de Milei.
Lo que hace Milei, según reconstruye Chequeado, es tomar un dato puntual estimado por el Observatorio de la Deuda Social de la UCA para enero de 2024, que había sido del 57,4% para la medición de pobreza, aunque luego dicho número se corrigió al 54,8%.
Por otro lado, los últimos datos disponibles de la Universidad Torcuato Di Tella estiman la medición de pobreza para el período diciembre2024-mayo2025 en el 34,7% de la población. Aquel 57,4% equivale a 26,8 millones de personas, mientras que el 34,7% de la Di Tella, equivale a unas 16,3 millones de personas. La diferencia es de unas 10 millones de personas.
Al margen de la corrección de la UCA del dato puntual de enero, que ahora estima en el 54,8%, utilizar un dato mensual respecto de uno trimestral o semestral es un problema metodológico. Pero incluso tomándolo como válido, la maniobra de Milei es usar como punta de la comparación al período inmediatamente posterior a la histórica devaluación que él mismo aplicó apenas entró al gobierno. Es decir, no es Milei versus Fernández sino Milei versus Milei.
El mismo indicador de la Di Tella pero para el período junio2023-noviembre2023, último que corresponde enteramente al gobierno de Fernández, fue de 41,1%, equivalente a 19,1 millones de personas. De modo que tomando ese dato, la caída en la cantidad de gente afectada por la pobreza sería de 2,8 millones de personas.
Medición
El tema no solamente pasa por la fuente del dato de pobreza y desde dónde se toma la comparación. También existen dudas acerca de qué tan representativo es el actual IPC, que define la dinámica de la canasta básica –la cual se ubica actualmente en 1.110.624 pesos para un hogar compuesto por dos adultos y dos niños– y, por ende, de la medición de pobreza, al tiempo que también hay «sesgos de medición» que afectarían el resultado.
El especialista Daniel Schteingart sostiene que para 2024 «si hubiéramos tomado la Encuesta Nacional de Hogares de 2017-2018 y ajustado los precios relativos desde entonces, la inflación habría sido de aproximadamente 123,9%, un poco más alta que la del INDEC –del 117,8%–«.
Pero además, sostiene, habría bajado la subdeclaración de ingresos. «En las encuestas de hogares, muchas personas tienden a declarar menos ingresos de lo que realmente ganan. Por ejemplo, si alguien gana 2 millones, tal vez declara solo 1. En los últimos meses de 2024, la gente subdeclaró menos, quizá porque ahora sabe mejor cuánto gana producto de la menor inflación», analiza.
Datos laterales
Al costado del debate sobre el índice de pobreza, hay otro conjunto de datos que contribuyen a discutir los números libertarios.
— Según el Indec, el desempleo abierto se ubicó en el primer trimestre en el 7,9%, por arriba del 7,7% del mismo período del 2024 y también más alto que el 5,7% del tercer y cuarto trimestre de 2023. A la vez, la tasa de empleo –ocupados sobre población total– es del 44,4% este año, frente al 45,8% de finales de 2023. También subió la subocupación demandante.
— Según el Indec, el índice de ventas físicas en los supermercados –proxy de la marcha del consumo popular– se ubicó en 81,6 en abril pasado, por debajo de cualquier mes del 2023.
— Según la CICCRA, el consumo per cápita de carne –otro interesante indicador del poder adquisitivo del pueblo– fue en todo 2023 de 52,5 kg/año. En los cinco primeros meses de este año, se ubica en 49,5 kg/año.