Daniel Cancel y Vanessa Perdomo
La FIFA, el organismo rector del fútbol internacional, ha atraído a algunos de los mejores equipos del mundo a Estados Unidos para disputar la primera edición de la Copa Mundial de Clubes, con un premio récord de US$1.000 millones a repartir durante el próximo mes.
Pese a una campaña de marketing global protagonizada por Lionel Messi, el entusiasmo entre los aficionados ha sido tibio hasta ahora.
Según reportes, las entradas para el partido inaugural del 14 de junio en Miami entre el Inter Miami de Messi y el Al Ahly FC de Egipto, que inicialmente costaban más de US$300, se venden en Ticketmaster por apenas US$73.
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Sin embargo, con la participación del Real Madrid, Manchester City, París Saint-Germain y Bayern de Múnich, los organizadores esperan que los partidos de fases posteriores llenen los estadios, gracias al incentivo de US$125 millones para el equipo campeón.
FIFA en alerta por la baja venta de entradas para el Mundial de Clubes: la presencia de Messi no alcanza
Aunque esa cifra representa solo una fracción de los ingresos anuales de los grandes clubes europeos, sigue siendo un aliciente importante, especialmente para equipos de países como Brasil o Argentina, lo que promete encuentros muy competitivos.
Para los aficionados estadounidenses, el torneo representa una oportunidad única de ver a estrellas como Kylian Mbappé, Harry Kane, Erling Haaland y Ousmane Dembélé —reciente campeón europeo con el PSG— a precios relativamente accesibles. Dado que los torneos de pretemporada en EE.UU. suelen agotarse, se espera que el interés por los partidos clave aumente a medida que avance la competición.
“Espero que se agoten las entradas para los equipos más importantes”, afirmó Pete Oliver, director ejecutivo de mercados emergentes de DAZN, cadena con los derechos exclusivos del torneo. “Si el Chelsea hiciera una gira de pretemporada aquí, agotaría entradas sin estar en una competición como esta. El Real Madrid también lo haría. Lo mismo los grandes equipos sudamericanos”.
El torneo, que se jugará hasta el 13 de julio, contará con 48 partidos de fase de grupos en 11 ciudades de EE.UU.. Servirá como prueba general para la Copa del Mundo de 2026 en Norteamérica, aunque a menor escala.
Poniendo a prueba la demanda
El evento medirá el interés real del público estadounidense. Actualmente, el precio promedio para la final en el MetLife Stadium de Nueva Jersey ronda los US$900. En comparación, las entradas para el Super Bowl de este año costaban entre US$2.000 y US$6.000, según datos de StubHub.
El control de multitudes y la seguridad también serán aspectos críticos, dado que los apasionados aficionados de Europa y Sudamérica suelen viajar en masa para apoyar a sus equipos. Los asistentes del exterior deberán enfrentarse además a las reglas migratorias cambiantes bajo el Gobierno de Trump.
La última vez que EE.UU. acogió un torneo de gran escala fue la Copa América 2024. La final se retrasó luego de que una avalancha de aficionados sin entradas desbordara al personal de seguridad, generando caos en el estadio de Miami y sus alrededores.
Según el medio español As.com, las entradas para los partidos del Real Madrid están prácticamente agotadas. Ticketmaster muestra precios desde US$256 para su primer encuentro ante el Al Hilal de Arabia Saudita. La FIFA ha implementado un sistema de precios dinámicos para evaluar la demanda y ahora busca llenar las gradas.
El formato anterior para coronar al mejor club del mundo consistía en un mini torneo anual entre los campeones de la Liga de Campeones de Europa, la Copa Libertadores y otros campeones continentales. Los clubes europeos han dominado ampliamente, ganando 14 de las últimas 15 ediciones.