Por la lucha docente contra el ajuste de Milei y la privatización de la universidad
En un contexto nacional de desmantelamiento de la educación pública, una lista opositora busca transformar el sindicato docente de la UNC en una herramienta democrática de lucha y resistencia.
Un gremio en disputa: la elección que desafía al ajuste
El próximo 22 de abril, la Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad de Córdoba (Adiuc) renovará su Junta Ejecutiva en un contexto marcado por la embestida neoliberal del gobierno de Javier Milei contra la educación pública.
La Lista Roja y Negra, un agrupamiento de delegados, activistas y docentes de 12 unidades académicas, irrumpe en la contienda electoral con un programa para enfrentar el ajuste salarial, la precarización laboral y la avanzada privatizadora en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Su conformación es el resultado de un proceso orgánico que entrelaza décadas de luchas sindicales, asambleas interclaustro y se articula alrededor del sentimiento de bronca compartida ante la inacción de la gestión gremial actual y por la urgencia por dar respuestas válidas a los trabajadores de la docencia universitaria agobiados por el ajuste de Milei.
Este frente sindical sintetiza memorias de resistencia: desde las huelgas contra el neoliberalismo de los 90, pasando por las tomas estudiantiles de 2018 contra el FMI, hasta las recientes movilizaciones históricas de la comunidad universitaria durante 2024.
Somos los docentes que nos sumamos a la Asamblea Interclaustro de 2023 que dijo ‘basta’ al ajuste, pero también somos herederos de quienes en los 90 construimos Adiuc enfrentando al neoliberalismo y estuvimos en primera línea en el Argentinazo del 2001. Una verdadera unidad en la diversidad que prioriza la elaboración colectiva por sobre los personalismos verticalistas.
Nuestra propuesta se nutre de esta historia de lucha y se organiza en un frente que propone un programa para reconstruir el sindicato de los trabajadores desde las bases y contra el desguace que lleva adelante el gobierno nacional.
El ajuste como política de Estado: salarios en caída libre y universidades en emergencia
La presentación de la lista opositora ocurre en un escenario nacional definido por la ofensiva del gobierno ultraderechista de Milei contra los trabajadores y las instituciones públicas. Desde diciembre de 2023, el recorte del 71% en el presupuesto universitario —sumado a una inflación interanual— ha pulverizado el poder adquisitivo de los docentes: según datos de la propia Roja y Negra, el salario perdió un 37% en tres meses, hundiendo a gran parte del sector bajo la línea de pobreza.
Mientras el Ministerio de Economía de Luis Caputo congeló las paritarias, la UNC —bajo la rectoría de Jhon Boretto— profundizó la precarización tanto del 40% de docentes preuniversitarios que tienen contratos temporales como la sobrecarga laboral de más del 56 % de profesores de la Universidad Nacional de Córdoba que tienen cargos simples y desempeñan tareas de una demanda horaria superior a las establecidas. También fue el rector fue junto al Consejo Superior, responsable de aplicar recortes entre otros en los Servicios de Radio y Televisión (SRT) de la UNC durante 2024
Este ataque sistemático se extiende al sistema científico: el Conicet reporta una subejecución del 89% en subsidios, paralizando investigaciones y forzando a científicos a renunciar. A esto se le suma el desfinanciamiento de los proyectos de investigación por parte de la UNC que ha dejado a equipos y proyectos que desarrollan los docentes universitarios al borde de la cancelación.
La Roja y Negra: la alternativa gremial de hoy
La lista Roja y Negra surgió como respuesta y opción alternativa a la inacción de la actual conducción de Adiuc. La crítica central apunta a la falta de democracia sindical por ausencia de consultas asamblearias, una fuerte concentración de decisiones en cúpulas del Frente Gremial Universitario y la subordinación a la Confederación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU), señalada por su tibieza ante el congelamiento paritario nacional.
Este contexto agresivo contra el sistema universitario se ve favorecido por una conducción del gremio docente de la UNC (la lista Naranja) que por acción y por omisión profundizó la crisis. No sólo planchó la lucha docente apoyada por los estudiantes con movilizaciones y tomas de facultades durante 2024, sino que también prioriza los acuerdos con el rectorado y con los decanos, en lugar de impulsar medidas contundentes que refuercen y amplíen los legítimos reclamos del sector. Así, la conducción actual se muestra más como aliada de las autoridades y la burocracia estudiantil de Franja Morada que como receptora y articuladora de las necesidades docentes y continúa gestionando la parálisis y desazón de profesores universitarios en la base
Mientras el salario se derrumba, la Naranja apuesta a paros aislados y diálogo con los ejecutores del ajuste. Prueba de ello es que en 12 meses de gestión (2024), sólo hubo cuatro asambleas de afiliados excluyendo a precarizades y no afiliades, como lo denunciamos en nuestro programa.
Desde nuestra lista creemos que para estar a la altura de las circunstancias actuales hace falta un nuevo modelo sindical basado en la democracia de base, la representación de minorías en la Junta Ejecutiva y la rotación de los dirigentes. Un sindicato que no se apoya en las bases está condenado a la derrota, afirmamos en nuestra propuesta programática.
De la recuperación salarial a la democratización gremial
La plataforma de la Roja y Negra combina demandas inmediatas con una perspectiva estratégica de reconstrucción gremial y de lucha contra el modelo neoliberal. Entre sus ejes destacan:
Recuperación del 37 % perdido en salarios, rechazo a una pauta de incremento salarial impuesta por el gobierno sin paritarias y aumentos por encima de la inflación.
Regularización de les interines: aplicación y ampliación del Art. 73 del Convenio Colectivo de Trabajo para titularizar a miles de docentes con contratos precarios.
Paritarias locales transparentes: discusión no solo salarial, sino de condiciones laborales, incluyendo carga horaria real y acceso a recursos.
Una gestión gremial independiente de las autoridades universitarias, los partidos y las lógicas electorales
Promover la articulación con estudiantes, no docentes y movimientos sociales para defender la universidad pública frente a los intentos de arancelamiento y privatización.
Democratización sindical: asambleas por unidad académica, participación de no afiliados, y reforma estatutaria para incluir a minorías en la Junta Ejecutiva.
Además proponemos un sistema transparente y consistente de veedurías en concursos docentes y la reglamentación de mecanismos anti arbitrarios para cubrir vacantes.
Creemos necesaria la creación de un fondo mutualista de emergencia para afiliades en crisis.
El programa de la Lista Roja y Negra vincula la defensa laboral con la resistencia al modelo de universidad-empresa promovido por el rectorado. No queremos un gremio que negocie migajas, sino uno que resista a una vinculación predominante con empresas, y que dispute para que la universidad pública esté habitada por las mayorías populares
Un desafío político: reorganizar las resistencias
La elección en Adiuc trasciende lo gremial: es un termómetro de la capacidad de respuesta del movimiento docente ante el neoliberalismo más agresivo de las últimas décadas.
La Lista Roja y Negra tiene un enfoque que se inserta en una batalla a nivel nacional contra una política del gobierno que está ahogando presupuestariamente a las universidades y flexibiliza derechos laborales. Además resiste las amenazas de cierre de facultades y las acciones de un rectorado cómplice del ajuste. Desde esta posición proponemos reconstruir la unidad docente y la vinculación con los claustros estudiantil, egresado y no docente desde abajo, y reconocemos indispensable retomar y profundizar las experiencias interclaustro de 2023.
La Roja y Negra llama a convertir a Adiuc en un “sindicato de lucha”, sumándose a las movilizaciones contra el ajuste y apoyando las lucha estudiantiles en defensa de la gratuidad. Su triunfo podría reactivar la coordinación con otros sindicatos combativos como la delegación capital Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC), Unión de Trabajadores de la Salud, Junta gremial interna de ATE CONICET y otros sindicatos en lucha.
Sin embargo, el desafío es monumental. La campaña de criminalización mediática contra los docentes (“privilegiados y adoctrinadores” para el relato oficial) exigen una estrategia que combine movilización callejera, pedagogía política y alianzas con el movimiento popular. En este escenario, la lista insiste en que la única derrota es no luchar.
En conclusión, la presentación de la Roja y Negra no es solo un cambio de conducción; es un proyecto para transformar Adiuc en un sindicato y democrático de lucha, capaz de enfrentar tanto al gobierno nacional como a las autoridades universitarias aliadas al ajuste.
En un país donde Milei intenta borrar décadas de conquistas sociales, la propuesta de la Roja y Negra revive un principio histórico de la docencia combativa: que la defensa de la educación pública solo será posible con docentes organizados, en las calles y en las aulas.
Cuando un gobierno ataca a todos, la respuesta debe ser de todos: docentes, investigadores, estudiantes, no docentes y el pueblo que necesita su universidad. El 22 de abril, los afiliados decidirán si el gremio sigue siendo un espectador pasivo de la crisis o se convierte en protagonista de la resistencia. Para nosotros la consigna es clara: por un sindicato que no tema luchar, con la Roja y Negra otro gremio es posible.
Nidia Abatedaga, candidata a secretaria general y Raúl Gómez, candidato a vocal y primer congresal a Conadu