Era necesario evidenciar en el Nacional el envión anímico que agarró tras eliminar al vigente campeón de la Copa Argentina. Claro, porque a pesar de algunas dudas en el juego, Quilmes debía demostrar en la categoría y en la noche de miércoles tuvo el partido justo para poder hacerlo. Y así fue: a pesar de que le costó, le ganó 1 a 0 a Colegiales con un gol agónico y quedó a un punto de la cima de la Zona A.
Partido chato en el Centenario (Prensa Colegiales).
Le costó…
El desenlace del encuentro fue muy flojo. El Cervecero no arrancó motivado con la posibilidad de quedar como escolta, ni el Tricolor se acordó de salir a buscarlo sabiendo que todavía no ganó en el torneo y que está sumergido en el fondo de la zona. A pesar de tener diferencias en cuanto a cantidad de puntos, la misma no se vio reflejada en el control del juego.
Aún así, hubo una situación que, de manera inevitable, le dio cierto protagonismo a Quilmes: la expulsión de Bahiano García. El volante de Cole vio la roja por un patadón terrible a Iván Ramírez y obligó al local a, por lo menos, tener la posesión. Pero en el afán de no perder la compostura, tardó en agarrar esa picardía necesaria para poder romper el cero.
Fue victoria del Cervecero en su estadio (Prensa Quilmes).
Con el pasar de los minutos, el nerviosismo por no poder ponerse en ventaja aumentó, particularmente por algunos murmullos que bajaron desde los distintos sectores del Centenario. El Huevo Rondina metió cambios ofensivos pero e ningún momento desarticuló la línea de tres con la que arrancó.
Hasta que, de tanto insistir, llegó el gol: tras una gran trepada del ingresado Agustín Bindella por la izquierda, Di Fulvio dio un flojo rebote que capturó Camilo Machado y la mandó a guardar. Todo Quilmes estalló, y cómo no va a ser así, si lo terminó ganando a puro huevo.
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